HUMANISMO
GRIEGO
Bayardo
Altamirano L
Me
confieso asiduo lector de la sección que Tito
Castillo publica todos los sábados en el dos veces
Nuevo Amanecer. A partir de investigaciones
recientes inter disciplinarias en el ambiente académico
la imagen de la antigüedad griega cada vez más es
centro de atención. A su influencia se le da más
valor en la formación de nuestra cultura.
Los
orígenes helénicos de la ciencia occidental no han
perdido vigencia. Tanto en la Ilustración como en
el Romanticismo, la antigüedad griega se proyectó
como la edad de oro en la que dominaban todas las
virtudes: belleza, heroísmo trágico, lealtad a la
patria, moralidad, valor y sabiduría filosófica.
Hubo un tiempo en que la historia de la filosofía
consistía en tomar notas de lo escrito por Platón.
Pero
la globalización ha reducido el gusto de la lectura
por la comodidad del cine. No conozco el libro pero
vi la película. Los directores de cine prefieren a
Ben Hur y al Gladiador, en las cuales los romanos
superan en simpatía a los griegos. ¿De dónde esa
predilección por Roma? ¿Por qué no han filmado la
guerra del Peloponeso, usando el guión de Tucídides
que existe desde hace miles de años? ¿Por qué hay
tantas películas sobre el proceso y la ejecución
de Jesús y ni una sola sobre el de Sócrates?
Pero
en las Universidades europeas se reinicia el debate
para una nueva evaluación de la historia de Troya.
A partir de las mas recientes excavaciones, se han
publicado numerosas fotografías y se han hecho
especulaciones curiosas. La tesis de que Troya fue
el centro político cultural de una gran civilización
de la edad de bronce y la caracterización de la
guerra de Troya como una lucha con enormes recursos
por la hegemonía zonal. Una guerra mundial a la
escala de ese tiempo.
En
las culturas de la Antigüedad, la política, el
arte, la ciencia y la religión formaban una unidad.
Pitágoras fue un gran matemático y fundador de una
religión. A Platón le gustaba narrar mitos en los
puntos clave de sus diálogos filosóficos. La
astronomía se hacía interpretando oráculos.
Sin
embargo nuestros estudiantes enfrentan muchos
problemas con la bibliografía. Es mala la situación
en el sector de las fuentes primarias. Obras tan
importantes como la Odisea se ofrecen en verso y en
prosa y en numerosas variantes y traducciones. También
la mitología clásica recontada. Peor ocurre con
las investigaciones de la Antigüedad hechas en países
avanzados. Las obras claves siguen sin ser
traducidas.
En
nuestras bibliotecas hacen falta libros sobre la
religión y la ciencia de los griegos. Pero sobre
todo la orientación para que los jóvenes abreben
en este rico manantial. Los escritos de Tito
Castillo deben ponerse en libro y entregar copias a
las bibliotecas universitarias.
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