NEGOCIO
DE COCA
Bayardo
Altamirano L
En
lo que voy a exponerles aparecen relacionados,
secretos no revelados y noticias perdidas en mares
de anuncios.
Los
consumidores de Coca-Cola reconocen el carácter
adictivo de la bebida. Por la sensación de frescura
que produce resulta difícil dejar de
consumirla. Pero la empresa guarda un riguroso
secreto sobre la formula de su composición. Muchos
sospechan que el nombre no es casual ya que contiene
cocaína y otras sustancias ilegales que se
caracterizan precisamente por generar un efecto que
provoca la adicción.
En relación con lo anterior referiré
tres acontecimientos ocurridos en Sudamérica
donde la Coca-Cola ha sido piedra de escándalo. El
primero tuvo que ver con su imagen. En
Argentina estrenó una mejora a la
tradicional caligrafía con la línea ondulada, que
reapareció transmitiendo la sensación de energía
y fluidez.
El segundo ocurrió en Venezuela y tuvo como
protagonista al general que dirigió el operativo
por el cual se decomisó una cantidad de refrescos a
la empresa Panamco, en represalia por sumarse al
paro general de la actividad comercial de ese país.
El general Acosta aseguró que se trataba de un
procedimiento de visita, pero que frente a la
negativa de los propietarios de la embotelladora a
sacar el producto a la venta, el ejército se hizo
cargo de la distribución de la bebida a todo el
pueblo venezolano, amparándose en que el derecho
colectivo debe prevalecer sobre el derecho
individual.
Tercero, el viceministro de Defensa Social de
Bolivia, Ernesto Justiniano, informó haber
autorizado la exportación de 159 toneladas de hoja
de coca a los Estados Unidos para la producción de
los jarabes utilizados en la fabricación de la
gaseosa. El hecho fue negado terminantemente desde
la casa matriz de la Coca-Cola, en Atlanta.
Hace años, el diario Folha de Sao Paulo publicó
una nota en la que afirmaba que la filial brasileña
de Coca-Cola compraba grandes cantidades de coca en
Bolivia. La compra no se realizaba en forma directa,
sino a través de un laboratorio multinacional de
Nueva Jersey. Ese laboratorio se encargaba de
comprar y procesar la hoja de coca que era vendida
como jarabe a los dueños del refresco.
Por último entre 1997 y 1999 fueron exportadas a
Estados Unidos, desde Bolivia y Perú, 340 toneladas
de hojas de coca. Se plantea entonces una
contradicción, ya que por un lado las
administraciones norteamericanas invierten, grandes
sumas y enormes esfuerzos militares para erradicar
las plantaciones de coca y por el otro utilizan esa
materia prima para hacer el refresco preferido de
los mascadores de chicle.
Sin embargo la Coca Cola siempre ha negado usar las
hojas de coca como uno de los ingredientes de la
gaseosa. Por las dudas usted puede seguirsela
tronando.
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