Competencia desleal y quiebra
por Bayardo
Altamirano López
/ publicado en El
Nuevo Diario
La decisión de Estados Unidos de proteger a su
sector agropecuario con nuevos subsidios debe
calificarse por cualquier persona como competencia
desleal. Sea de izquierda o de derecha. Porque esos
pagos le permitirán a los yanquis reducir costos y
expandir su mercado en detrimento de los productores
latinoamericanos incluidos los nicaragüenses.
La imposición de nuevos
subsidios tendrá un efecto muy negativo para la
agricultura de los países centroamericanos.
Significa que para los próximos diez años los
norteamericanos van a poder seguir produciendo y
compitiendo con precios increíblemente bajos en la
producción de granos básicos. Que no encontraremos
un sustituto para comerciar y obtener divisas en el
mercado yanqui superprotegido.
Es una competencia desleal
para el productor nicaragüense que no recibe
subsidios, produce con baja tecnología y con costos
mucho más altos. Pero no solo es la ausencia de
oportunidades externas. La desventaja en los precios
provocará que los agricultores nicaragüenses sean
desplazados del mercado nacional por productos
importados mucho más favorables.
En los últimos años
Nicaragua se ha visto obligada a importar de países
como Estados Unidos hasta granos básicos como el
arroz para completar su abastecimiento debido a la
recesión en que esta nuestra economía, afectada
por la corrupción, la carencia de planes, los
descalabros financieros, la falta de financiamiento
al productor y aún por fenómenos naturales como el
Mitch y El Niño.
Aquí los subsidios para
la reactivación económica han sido eliminados por
el gobierno como parte de las exigencias que hacen
los organismos internacionales como el FMI y el
Banco Mundial para hacerle préstamos al país y de
los planes de ajuste estructural que se implementan
para sanear las finanzas.
Resulta un contrasentido
que los planteamientos neoliberales pregonen el
libre comercio y exijan la apertura total de
mercados a los países pobres. Mientras las grandes
potencias practican las medidas proteccionistas que
se les antojan y cierran sus mercados a piedra y
lodo para los productos agrícolas que con tecnología
atrasada producimos. Hablan de competir en la
globalización pero siempre y cuando no se afecte a
sus productores.
Jamás se han puesto a
pensar en la ruina que sufren por ejemplo los que se
dedican y viven de cosechar café, a los cuales los
precios del mercado internacional del grano los
quiebran. Como consecuencia centenares de familia
van mendigando por los caminos.
Esta es la perfecta ley
del embudo que nos ofrece la avanzada y nunca bien
ponderada economía neoliberal. Se requiere ser un
redomado reaccionario para defender esas actuaciones
del respetable presidente tejano.
Bayardo Altamirano López esDecano de la UCC.
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